En primer lugar me gustaría avisar al lector para que se abroche el cinturón porque vienen curvas, puesto que el presente post ha sido escrito por una persona de ciencias, o lo que es lo mismo, alguien que no sabe escribir en condiciones.

Bromas (o tópicos) aparte, son varios años ya los que llevo estudiando una Ingeniería y si ahora mismo alguien me preguntara que resumiese escuetamente en qué consiste a grandes rasgos dicho grado, sin centrarme en su especialidad, diría que en obtener la calidad sobre todas las cosas, en entender bien los procedimientos empleados y en prestar especial cuidado durante la realización de los cálculos.

Destacar que uno de los términos que más he escuchado durante todo este tiempo es el de calidad, concepto que tiene una naturaleza considerablemente subjetiva. Para algunas personas la calidad puede estar ligada a una gran duración de un producto, a que sea fiable, agradable a la vista, que sea ingenioso, a que un servicio sea personalizado, resolutivo, grato… Pero con el fin de acotar todas estas ideas, podríamos asumir que la calidad consiste en satisfacer las necesidades de los clientes de la manera más eficaz y eficiente posible.

Gracias a un gran esfuerzo y mucha paciencia, estoy finalizando la carrera y contra todo pronóstico, no me he quedado calvo (aún).

Aparte, también me gustaría hacer hincapié en que estuve a punto de estudiar Marketing años atrás. Personalmente, considero que produce una gran satisfacción ser el intermediario a la hora de que se realice una venta a un cliente y que tanto vendedor como comprador queden complacidos al haberse realizado la operación de manera eficaz, eficiente y optimizando los procesos de manera continua. Además, desde un principio me llamaba la atención el hecho de transmitir ideas en base a unos datos y que se produjesen tomas de decisiones basadas en los mismos.

Lo cierto es que llevo casi un mes en Ideonomía S.L. y la verdad es que me ha sorprendido la sofisticación del software empleado, la complejidad en las formas de optimizar las campañas de publicidad para las diferentes plataformas y la gran variedad de tecnicismos que se emplean día a día en esta profesión.

Los sectores del Marketing y la Publicidad están en constante evolución y se han convertido en un terreno plagado de Matemáticas, representando una parte esencial a día de hoy. Manejo de Big Data utilizando recursos tecnológicos, capacidad de realizar análisis numéricos que permitan mejorar los resultados de las campañas publicitarias, estadísticas, modelos predictivos… Todas son funciones en las que los números son los protagonistas.

Es posible que sobre un ingeniero un marketiniano piense que es difícil de entender por ser demasiado científico, que sólo pretenda estandarizar, que está muy focalizado en temas técnicos sin prestar atención a lo que el cliente de verdad está demandando, que esté centrado en hechos o pruebas, o incluso que es «de difícil trato»… Esto último por desgracia puedo corroborarlo, diciendo simplemente que según mis cálculos un 15% de la gente solo que hay en mi clase en la facultad eran Sheldon Coopers… En fin, lo importante está en el interior, eso sin duda, y Sheldon es una buena persona a pesar de todo.

Me gustaría añadir que está empíricamente demostrado que cuanto más integradas estén las áreas de Marketing e Ingeniería tanto física como funcionalmente, mejores son las expectativas de éxito en el desarrollo de nuevos productos y servicios. Dicho esto, ¿Por qué no unificar ambos departamentos? ¿Por qué no disponer de marketinianos que conocen la tecnología y de ingenieros que saben de marketing? ¿Por qué no ayudarnos y aprender unos de otros de las cualidades que hemos ido aprendiendo?

Estoy convencido de que si ambos perfiles realizamos un uso eficiente de las diferentes tecnologías y de Internet, lograr un servicio de calidad de cara a nuestros clientes en la compañía en la que nos encontramos es un objetivo que se debería cumplir sin ningún tipo de duda a través del esfuerzo de todos sus integrantes, ya que, ni todo es creatividad ni todo es matemática, pero conviene tener una visión general de ambos campos por el bien del conocimiento de cada uno de nosotros y sobre todo para lograr cumplir todos los objetivos que nos propongamos a nivel profesional en este nuestro sector.