En las últimas semanas, las noticias sobre el valor del Bitcoin, el Blockchain y la minería de criptomonedas se han disparado, por lo que estoy seguro de que varios de estos términos te serán familiares.
Hay muchas esperanzas puestas en esta tecnología, pues se espera que provoque un cambio radical en la forma de organización de nuestra economía y algunos procesos de la sociedad como, por ejemplo, las votaciones generales de un país. Sin embargo, sus aplicaciones no se quedan aquí, pues existen otros muchos ámbitos donde esta tecnología va a suponer un antes y un después. En este artículo se analizará el impacto de Blockchain en el marketing y la publicidad actual, pero ¿De qué trata todo este ecosistema digital?
Remontémonos al origen…
El 1 de noviembre de 2008, un hombre llamado Satoshi Nakamoto (cuya verdadera identidad aún se desconoce) lanza Bitcoin, un nuevo sistema de efectivo electrónico descentralizado, es decir, nadie tiene el papel de líder. Satoshi fue la persona que creó el primer bloque de la llamada Blockchain, conocido como el ‘bloque Génesis’ (Genesis Block).
Blockchain, tal y como indica su terminología, es una “cadena de bloques” en los que cada uno de ellos se unen como piezas de un puzzle. Estos bloques acumulan la información de las transacciones y movimientos realizados entre un emisor y un receptor. Para que dichas transacciones se lleven a cabo, es necesaria la verificación del resto de usuarios (conocidos como ‘mineros’) que componen Blockchain.
¿Cuál es el papel de los ‘mineros’?
Los mineros son aquellos usuarios encargados de verificar las transacciones y los movimientos que ocurren entre un emisor y un receptor. “Cualquier” persona puede ser minero, aunque es necesario disponer de una gran cantidad de recursos, es decir, ordenadores altamente equipados que te permitan realizar esta tarea de verificación.
La verificación
Los bloques contienen un espacio limitado donde almacenar información por lo que, llegado a un punto, no se pueden realizar más transacciones. Cuando esto ocurre, los mineros han de recabar la información de las diferentes transacciones y “sellar el bloque”.
Para realizar este cometido, los mineros, acompañados de sus grandes instalaciones de ordenadores, resuelven un cálculo de programación y con ello logran sellar el bloque, es decir, se sustituye la confianza por la verdad matemática. Una vez este bloque está sellado, el resto de los mineros confirman la operación y ya se puede continuar con el funcionamiento de la cadena.
El primer minero que logre resolver este cálculo se lleva una recompensa en forma de Bitcoins, por lo que la tarea de “sellar un bloque” se convierte en una carrera en la que el más rápido se lleva el premio.
Por tanto, cuando se habla de Blockchain nos referimos una red de datos autogestionada y distribuida, no estando presente en un solo sitio, sino repartida entre los diferentes ordenadores que la forman.
Ahora que hemos entendido el papel de los mineros, podemos continuar explicando el funcionamiento de Blockchain.
Los bloques que componen Blockchain contienen un identificador o hash único encriptado (Ej.: 00000006544561689484) que a su vez contiene información del bloque anterior de la misma cadena. Si este bloque se modifica, el hash también lo hace. Una vez modificado, provocará la destrucción de los bloques posteriores y con ello de la cadena, por lo que no se seguirán añadiendo nuevos bloques. Esto significa que Blockchain es irreversible y, por tanto, inhackeable.
Toda la información de transacciones se encuentra encriptada, pero a su vez es pública, lo que significa que cualquier usuario de Blockchain puede conocer el camino realizado por la transacción y su valor, pero sin conocer la identidad del emisor y el receptor, siendo capaces de controlar la trazabilidad y, con ello, cada paso que toma un usuario en la red. Esto lo convierte en un ecosistema seguro y transparente.
Como se observa en la imagen, la transacción y su valor son visibles (Eth). Sin embargo, la identidad del emisor (from) y el receptor (to) se desconocen gracias a la encriptación.
Aunque el fenómeno Blockchain se asocia en el mayor de los casos con el Bitcoin y las transacciones de dinero, existen muchas otras aplicaciones.
En el sector de la alimentación el uso de Blockchain es utilizado para realizar un seguimiento de todos los productos que llegan al consumidor, desde su origen hasta el supermercado.
Otro sector en el que se aplica la tecnología Blockchain es en el energético. El aumento de hogares con instalaciones de propia producción eléctrica da lugar, gracias a dicha tecnología, a una red de compra y venta de energía sin necesidad de intermediarios.
Pues bien, ahora que entendemos un poco mejor este mundo del Blockchain, ¿Cómo podemos adaptarlo al marketing y a la publicidad?
– Como se comentaba previamente, Blockchain es irreversible, lo que hace imposible la manipulación de los datos. Esta tecnología puede resultar especialmente útil en el ámbito de la publicidad programática donde existen gran cantidad de bots o programas informáticos que realizan tareas de forma automática y fraudulenta.
– La oferta de sites donde poder publicitarnos sería 100% segura, lo que haría de la publicidad un ecosistema más limpio y exento de fraudes.
– El registro de todos los movimientos en Blockchain permitiría conocer el comportamiento del usuario a lo largo del funnel o fase de venta, desde que es impactado hasta que realiza la compra final.
– Otra aplicación sería la existencia de una moneda propia para nuestro Blockchain publicitario, lo que podría facilitar la contratación de espacios desde cualquier parte del mundo sin importar la moneda de cambio.
– Por último, los usuarios tienen la posibilidad de consultar la credibilidad de los datos que reciben manteniendo su anonimato, ya que la información se encuentra protegida y encriptada.
– Se eliminarían fees innecesarios como los tech fee de algunas plataformas intermediarias aportando valor al servicio de las agencias.
– En el ámbito del ecommerce , blockchain serviría para garantizar la autenticidad de los productos lo que daría lugar a una mayor confianza por parte de los usuarios.
Aunque la integración de Blockchain en las empresas evoluciona lentamente, existen empresas del mercado que ya se han puesto manos a la obra.
Appnexus, compañía de renombre en el sector de publicidad programática, ha logrado integrar toda su red de suministro en “Animo”, donde todas las marcas y agencias tienen acceso para asegurar que sólo utilizan proveedores legales y seguros.
Estas prácticas pueden cambiar el futuro de nuestro sector evitando el fraude y dando lugar a un ecosistema digital transparente y seguro.
Espero que este artículo te haya servido para conocer, en términos generales, el funcionamiento de una tecnología realmente asombrosa.