05/03/2020

¡Quiero que mis contenidos sean virales!

A diario recibimos briefings de nuestros clientes con diferentes requerimientos y con la intención de que demos solución a sus problemas o peticiones. Hace poco, nos ha llegado un briefing de campaña cuyo objetivo principal es que sus contenidos sean virales. VIRALIDAD ¿realmente tenemos claro a qué nos estamos refiriendo cuando utilizamos este término en marketing?

Podemos tomar como definición de viralidad el alcance masivo de un contenido que se difunde a través de internet, el cual puede ser tanto positivo como negativo. En el punto en el que nos encontramos y en la sociedad en la que vivimos, el entorno en el que se puede llegar a generar esa ansiada viralidad por parte de las marcas son las redes sociales, no solo porque sean el entorno en el que se puede establecer un punto de contacto con los usuarios sino que además, podemos poner en valor nuestros productos, servicios y en consecuencia a la propia marca, trabajando el recuerdo y la consideración en la mente de nuestra comunidad y de los usuarios de las diferentes plataformas.

Cuando hablamos de la viralidad, como profesionales del marketing se nos pueden plantear muchas dudas. ¿Existe la fórmula perfecta? ¿Qué contenidos son más proclives a convertirse en virales? ¿Debo invertir parte de mi presupuesto para poder hacer virales mis contenidos?

La realidad es que no existe una verdad absoluta sobre cómo conseguirla, pero sí que es verdad que hay contenidos o formas de comunicarlos que pueden provocar el interés desmedido por parte de los usuarios, porque al final, quienes tienen el verdadero poder son quienes comparten el contenido, quienes lo comentan y generan ese “boca a boca” que muchas veces empleamos, pudiendo generar el alcance masivo de los contenidos.

Los memes, comentarios que se hacen en programas de televisión, alegatos políticos controvertidos, reacciones reales de personas ante determinados acontecimientos o incluso los vídeos con el humor más “básico” son los que consiguen esa viralización, todos comparten una misma característica, los sentimientos tanto buenos como malos que provocan en los usuarios. La clave, y esto es una opinión personal, está (además de la importancia del contenido) en despertar algún tipo de sentimiento en el alma de las personas, el componente social de los contenidos, hará en la mayor parte de las ocasiones, que exista una identificación o por el contrario, un desacuerdo desmedido.

Un claro ejemplo de lo que estoy comentando ahora lo vivimos hace no más de unas semanas. Una madre compartía el vídeo de su hijo pidiendo morir porque le hacían bullying en el colegio a causa de su acondroplastia (enanismo). El video en cuestión de horas, conmocionó y dio la vuelta al mundo con más de 12 millones de visitas, llamando la atención de rostros conocidos como actores o deportistas que dieron aún más visibilidad al caso.

El objetivo de Yarraka Bayles (madre de Quaden) no era vender, no tenía un fin lucrativo, simplemente quería dar visibilidad del sufrimiento de su hijo y de los efectos terribles que provocan el acoso escolar. Aquí es cuando hago referencia a lo que comentaba justo antes de que el componente social de las publicaciones que se viralizan es lo más importante, ya sea porque toca de cerca, porque se sienten identificados porque han sufrido una situación similar o porque sienten empatía y rabia.

Por otro lado, y desde un pensamiento marketiniano, es decir, enfocando esta viralidad y notoriedad a las posibilidades que le puede dar a las marcas me gustaría poner otro ejemplo real.

Airhopping, buscador de viajes multidestino, que se caracteriza, además de por lo económicos que resultan los viajes, por la originalidad de sus perfiles en redes sociales y la forma en que se llevan gestionando éstas a lo largo del tiempo.

El 7 de febrero, la marca anunciaba un sorteo para sus seguidores en el que sorteaban un viaje a varios destinos por el precio de una ida y vuelta. El único requisito era que los seguidores citaran el tweet con el motivo por el que merecían el premio y que éste tuviera 100.000 retweets. Tarea complicada puesto que, teniendo en cuenta la red social en la que se encontraban y sin ser perfiles verificados, conseguir una gran cantidad de interacciones es muy difícil; la historia cambia cuando Izar Lizarralde, una joven bilbaína, cita el tweet del concurso de la siguiente forma

En cuestión de horas, el tweet comenzó a tener miles de interacciones, llegando a alcanzar +150.000 retweets. Una vez más y como he venido diciendo a lo largo del post, el componente emocional del contenido que se publica, es el que hace que se pueda convertir en viral, llegando a miles de personas en cuestión de días, e incluso de horas.

En este caso, el contenido no lo publica la propia marca, pero se ve beneficiada directamente gracias en un principio a la iniciativa del sorteo y por otro al testimonio de la joven, que consigue emocionar a miles de personas que colaboran para que sea ella la ganadora del viaje.

La contestación de la marca no tardó en llegar en cuanto vieron la repercusión que estaba teniendo el tweet de Izar

De esta forma, airhopping potencia y favorece su imagen dando una imagen “solidaria” con la joven.

En conclusión, podemos decir que la marca ha conseguido, notoriedad gracias al sorteo, puesto que participó un gran número de usuarios de la red social, así como la consideración por parte de todas aquellas personas que han visto lo que ha pasado como una marca “buen y solidaria”, lo cual puede repercutir en el éxito o incremento de contrataciones que pueda tener, ya sea por personas que conocían la marca o por personas que la han conocido gracias a esta acción.

Para poner punto y final y hacer una reflexión personal sobre este tema, confirmo que por mucho que nos encontremos en una sociedad altamente digitalizada y en donde nos escudamos en perfiles de redes sociales para generar una imagen, ya sea como marca o como persona, al final lo que realmente mueve a las personas son los sentimientos y los contenidos que nos los generan … o la tendencia a ser políticamente correcto uniéndonos a los que nos puede dar una buena imagen con respecto a los demás.

La viralidad no se planifica, pero tampoco se trata de un golpe de suerte, trabajar los contenidos y la forma en que se comunican, es el papel principal que podemos asumir como profesionales del marketing, para tratar de llegar a un público masivo y darnos a conocer.